lunes, 13 de marzo de 2017

100 Años de la Revolución de Febrero, el Fin de un Imperio y el comienzo de otro

El 8 de Marzo, en el día Internacional de la Mujer, o el 23 de Febrero en el Calendario Juliano, Comenzó el preludio a la formación de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, o si eres Ronald Reagan, el Imperio del mal (nadie le hace caso, aunque claro está muerto). Las trabajadoras en las fábricas de Petrogrado (San Petersburgo actualmente) cansadas de las condiciones de trabajo y el hecho de que sus familiares y seres queridos siguieran muriendo en la Gran Guerra (en ese entonces en su 4to año, si incluyes a las ofensivas del 14 y a los meses anteriores a la revuelta). Debido a que el grueso del ejército del Zar estaba en la guerra contra las Potencias Centrales compuestas por Alemania, Austria-Hungría y los Otomanos (también estaba Bulgaria incluida con los chicos grandes, pero fue bastante irrelevante), los ciudadanos de Petrogrado y Moscú comenzaron manifestaciones enormes con el ahora impopular régimen zarista (Nicolás II era una suerte de Luis XVI, y tendría el mismo destino) y obligó al autócrata zar renunciar, dándole el poder a la Duma, el parlamento. Algo que aclarar, a comparación de países como el Reino Unido o Alemania, el Imperio Ruso seguía siendo una monarquía absoluta, y la Duma creada por Alejandro II el libertador, tenía poderes bastantes limitados si se compara con Westminster o el Reichstag. Nicolás, el nieto del libertador, constantemente abolía la cámara, y por lo tanto cuando ahora ellos manejaban el gobierno, simplemente no tenían la experiencia o las ganas de dirigir Rusia, por ello entre la Revolución de Febrero, en Marzo, y la Revolución de Octubre, en Noviembre, hubo un delicado balance de poder entre la oficial Duma, y el Soviet de Trabajadores de Petrogrado, un balance que no duraría mucho tiempo.

Nuevo Post de Bienvenida,

Buenas queridos lectores... digo lector, si están interesados en temas de Historia, Filosofía u otros, estaré encantados de hablarles, si solo para ignorarme. Esperen un tema interesante y probablemente intranscendental.

Kausachun Velasco